La sexualidad es un conjunto de condiciones estructurales (anatómicas, fisiológicas, comportamentals y socioculturales) que permiten el ejercicio de la función sexual humana. Esto quiere decir que engloba nuestros sentimientos, nuestra conducta, nuestra cultura y nuestros pensamientos. Ciertamente, esta vivencia es diferente en cada etapa de la vida y en todas existen cambios que afectan directamente el individuo. Hoy nos preguntamos: ¿De qué manera se vive la sexualidad en la tercera edad? ¿Son verdaderos los mitos que corren en turno esta etapa vital? https://www.viejasfollando.xxx/pornmd/ ¿Cuáles son las problemáticas más comunes debido a la edad? ¿Se puede disfrutar de una sexualidad satisfactoria como otras etapas?

¿A qué edad se deja de disfrutar del sexo?

En primer lugar hay que decir que la sexualidad no tiene edad. Es decir; es una vivencia que está presente durante toda la vida, aunque existan variaciones dentro de la misma. A los sesenta, a los setenta inclús a los ochenta años se puede disfrutar de una sexualidad satisfactoria. Aún así, es importante destacar, debido a los cambios fisiológicos de la edad, la actividad sexual puede verse condicionada. La disminución del deseo, debido a la ingesta de algunos medicamentos, el dolor y preocupación por ciertas enfermedades o los miedos y falsas creencias son ejemplos. Aún así pero, existen tratamientos que permiten seguir disfrutando de la sexualidad de manera placiente.

En segundo lugar también es importante destacar, que la conducta sexual, no tiene que quedar relegada al coito y al aparato genital únicamente, sino a todo un conjunto de excitaciones en las cuales el individuo disfruta de manera satisfactoria. En esta línea también destacamos, que la vivencia de la sexualidad en esta etapa vital va muy ligada al afecto y a la comunicación. Maslow, nos da una definición completa de la salud sexual geriátrica; “la expresión psicológica de emociones y compromisos que requieren la mayor cantidad y calidad de comunicación entre compañeros en una relación de confianza, amor, compartir y placer, con o sin coito”.

Somos seres sexuales

Por otro lado, tenemos que destacar, que el interés por el sexo no desaparece (algunos expertos corroboran que incluso aumenta con los años), pero es relevante reconocer y adaptarse a los cambios físicos que se producen en la edad, para disfrutar de una buena sexualidad. También se tiene que añadir que la sexualidad no afecta a todo el mundo del mismo modo pero los estudios argumentan que las mujeres suelen tener problemas después de la menopausia, mientras que los hombres pueden empezar a tener problemas de eyaculación después de los sesenta o problemáticas asociadas a la disfunción eréctil. Del mismo modo otros factores tales como los prejuicios sociales, la falta de privacidad y las preocupaciones de cariz psicológico también pueden afectar a la práctica de la sexualidad en la tercera edad.

El que queda claro, es que a la vejez hay actividad sexual, asociada al acto en sí o no, y su práctica aumenta la salud en general. ¿Cuáles son pues los beneficios? Por lo que respecta a las ventajas físicos podemos hablar de una mejora en el sistema inmune, del fortalecimiento de la musculatura y los huesos, de la disminución de la hipertensión arterial y de la mejora de la salud cardiovascular. Pero hay más. Mantener una vida sexual durante la vejez también aporta beneficios psicológicos de entre los cuales destacamos; un aumento de la autoestima, la sensación de minimización del dolor (debido al alliberació de endorfines), la disminución de sufrir ansiedad y depresión y el aumento el buen humor.