En el año 2000, el director argentino Alejandro Agresti lanzó una película muy especial. En ella, un joven provinciano ganaba un concurso para pasar una noche con la pornstar argentina del momento. Aquel viaje iba a suponer para el protagonista, Daniel, toda una experiencia de catarsis, un rito de paso a la madurez, abandonando el tedio de su hogar y lanzándose al mundo real. Una Noche con Sabrina Love fue una película que marcó bastante al público latino a principios de siglo, por lo original de su propuesta y por tratar un tema muy interesante. El joven Daniel, inexperto en materia sexual pero también vital, se encuentra de pronto inmerso en una aventura de la que saldrá reforzado, pero también dolido. El amor, el sexo, la amistad, las dudas y las inseguridades, el salto al vacío… La película se podía considerar como una comedia dramática del paso de adolescencia a la adultez, con una Cecilia Roth increíble en el papel principal de Sabrina Love.

A muchos, aquello de tener un encuentro con una actriz porno les parecía lo más excitante del mundo. ¿Quién no querría vivir una experiencia de ese tipo? Los hombres jóvenes suelen estar en contacto con este tipo de cine para adultos a menudo, e incluso tienen a sus propias actrices favoritas. Sin entrar a valorar los gustos de cada cual, la mayoría de esos jóvenes que empiezan a descubrir el deseo sexual a través del sexo también han convertido a estas actrices en el epicentro de sus fantasías. El sexo con ellas debe ser absolutamente fascinante, una experiencia increíble, pero… ¿qué hay de salir formalmente con una pornstar? ¿Tendrías una relación de pareja con una de estas actrices, sabiendo cuál es su trabajo y lo que hace en él? El porno no es más que ficción, una exageración del placer sexual que se lleva al extremo para disfrute del espectador, pero el sexo en pantalla es real. Y esas chicas están entregándose al placer con hombres que, desde luego, levantarían las inseguridades de la mayoría de chicos. ¿Se pueden controlar los celos en una relación con una actriz porno? ¿Vale la pena el sexo a cambio de todo lo que supone salir con una profesional del cine para adultos?

Mujeres muy deseadas

Las actrices porno son tremendamente deseadas por muchos hombres, y también mujeres, en todo el mundo. Un símbolo de la sexualidad más desatada que, especialmente en nuestros días, se hace imposible de obviar. Muchas han protagonizado las primeras experiencias de placer sexual onanista de buena parte de la población. Algunas han llegado incluso a convertirse en iconos de la cultura popular, sobrepasando su propia fama dentro de la industria. Son, de manera objetivo, chicas muy ardientes, sensuales y atractivas, porque viven precisamente de provocar ese deseo en los demás. Por ello es obvio que cualquiera las tendría dentro de su top en el caso de elegir a alguien con quien tener sexo. Disfrutar del placer con una de estas mujeres será una experiencia absolutamente deliciosa porque son expertas en gozar. No es solo su atractivo, es su ímpetu morboso.

El sexo será increíble

Está claro que una de las grandes ventajas de salir con una pornstar será disfrutar del sexo como nunca antes lo habíamos hecho. Estas profesionales del placer están habituadas a tener encuentros sexuales muy diferentes prácticamente cada día de su vida. Son expertas en todo tipo de posturas, fetiches y filias, y suelen tener la mente muy abierta a la hora de probar cosas nuevas. Aunque el sexo también es su trabajo, las ganas de disfrutar con su pareja no desaparecen, y eso es algo que muchos novios de pornstars aseguran. Hay días y días, por supuesto, como en todas las relaciones, pero las profesionales del porno suelen tener una pasión mucho más agudizada en este sentido. Y por supuesto, sus habilidades en la cama son superiores a la de la mayoría de chicas.

Solo hay que pensar en la de encuentros que han tenido con hombres diferentes, aprendiendo de cada uno de ellos. A pesar de que el porno en pantalla es ficción, la relación sexual en sí se da de forma real. Hay escenas en las que la chica disfruta mucho y otras en las que tiene que fingir o aparentar, pero entre profesionales el sexo suele ser bastante intenso y cañero. Por eso, cuando la chica lo traslada a la intimidad del dormitorio con su pareja, aquello se convierte en una fiesta. Las profesionales del porno están habituadas a realizar cierto tipo de prácticas sexuales que suelen ser tabú para otras chicas. Y siendo sinceros, hay pocas cosas que nos puedan hacer sentir más orgullosos que llevar a una pornstar del brazo y ver cómo el resto se mueren de envidia.

Hay que cuidarse de los celos

El punto positivo es la vida sexual, la apertura de mente de nuestra pareja, pero no todo es de color de rosa. Evidentemente, cuando tienes a una compañera tan atractiva, los celos suelen salir a flote muy rápido. Más si estamos hablando de una chica que tiene encuentros sexuales con otros hombres, aunque sea por trabajo. Una persona celosa por naturaleza no puede estar en una relación con un profesional del porno, porque la angustia la mataría. Debemos aprender a separar lo que es el trabajo del placer puro y verdadero, o de lo contrario lo pasaremos muy mal. Y sí, hay relaciones dentro del mundo del porno, pero en la mayoría de casos los actores solo graban la escena y se van cada uno por su lado. No hay una conexión más allá de lo físico, y ahí es donde está la diferencia con una relación real.

Pero es una carga bastante pesada que no todos están preparados para sobrellevar, las cosas como son. Resulta complicado el saber que la mayoría de hombres con los que te cruzas han visto a tu chica desnuda y teniendo sexo con otros en sus pantallas. Serán habituales también los comentarios sobre las infidelidades que tu chica pueda cometer, aunque está claro que su trabajo no cuenta como engaño. En la sociedad en la que vivimos, donde la apariencia lo es todo, muchos no están preparados para soportar los dimes y diretes del resto del mundo. Porque a pesar de mantenernos lejos de las habladurías y confiar en nosotros mismos y en nuestra pareja, la presión social puede ser muy agobiante.

Relaciones complicadas

Partiendo de la base de que cualquier relación de pareja es complicada de por sí, salir con una pornstar añade más obstáculos a ese reto. Por el hecho de los celos, que ya hemos comentado. Por tener que lidiar con la fama de nuestra chica y con que se gane la vida a través del sexo. Por la exposición que eso supone tanto para ella como para nosotros, y todo lo que debemos aguantar por parte de las opiniones ajenas. Pero también por la propia forma en la que enfocamos la relación, con vistas al futuro, con planes juntos… Hace falta tener mucho autoestima y las cosas muy claras para conseguir que una relación con una pornstar funcione de verdad.